
Esta es la antigua oración del Santo Juez para cortar hechicerías y romper hechizos de congelación. Si sientes que tus enemigos te han embrujado por ejemplo colocándote dentro del congelador debes hacer cuanto antes esta oración. Hazla en forma completa como esta aquí y repitela un total de tres días con fe. Hazlo así para librarte hoy del poder de esos malvados. comencemos
oración especial para quitar y romper el Hechizo de congelación
Oh misericordioso Santo Juez
Poderoso Padre de las Luces,
Creador del Cielo y de la
Tierra, Fuente de Todo Poder
y Sabiduría!
Hoy me presento ante tu
trono de gloria con el
corazón angustiado,
clamando tu misericordia
y tu justicia. Tú, que eres
la Luz que disipa toda
oscuridad, el Fuego que
consume toda mentira,
escucha mi voz en este
momento de tribulación.
Mis enemigos han levantado
maldiciones contra mí, han
tejido hechizos de
alejamiento para separarme
de mis bendiciones, y
hechizos de congelador
para paralizar mi destino.
¡Pero yo sé, Padre Santo,
que tu poder es más grande
que toda obra de las tinieblas
¡Glorioso Padre de las
Luces, cuya palabra
creó el universo!
Con autoridad en el nombre
de Jesucristo, declaro que
toda cadena invisible se
rompa, que todo lazo de
brujería sea quemado en el
fuego de tu presencia.
Tú dijiste: “Ningún arma
forjada contra mí
prosperará”, y hoy reclamo
esa promesa. Que todo
hechizo de alejamiento que
busque apartarme de mi
familia, mis amigos, mi
prosperidad o mi
propósito, sea anulado por
la sangre de Cristo.
¡Que todo conjuro de
congelador que intente
estancar mi vida, sea
quebrantado por el poder
de tu Espíritu Santo!
¡Soberano Dios, Juez Justo
y Todopoderoso!
Expongo ante ti las obras
ocultas de mis adversarios,
esos que murmuran en las
sombras, que siembran
discordia y atan mi vida con
maleficios. Pero tú, que ves
lo secreto, que conoces los
corazones, desbarata sus
planes. Como derribaste los
altares de Baal y humillaste
a los hechiceros de Egipto,
¡haz caer por tierra toda
maldición lanzada contra
mí! Que sus palabras
regresen a ellos, que sus
hechizos se vuelvan
inútiles, que sus artes
oscuras sean reveladas y
destruidas. ¡Padre de las
Luces, cuyo resplandor
deshace las tinieblas!
Te pido con clamor: envía a
tus ángeles guerreros a
combatir en lo invisible.
Que corten con espadas de
fuego los hilos de
manipulación, que quemen
los nudos de brujería, que
disuelvan las energías
malignas que intentan
retrasarme. Declaro que
soy libre por la autoridad de
Cristo, que ningún hechizo
prevalece contra un hijo de
Dios. ¡Soy protegido bajo
tus alas, cubierto por tu
manto de justicia!
¡Dios de la Victoria, que
pisas las alturas con poder!
No permitas que la maldad
de los hombres ni los
poderes de las tinieblas se
burlen de tu herencia.
Levanta un escudo alrededor
de mi vida, que todo intento
de alejamiento se revierta,
que toda energía de
congelamiento se derrita
como cera ante tu presencia.
¡Que mi camino sea
despejado, que mis
relaciones sean restauradas,
que mi destino avance sin
obstáculos!
¡Padre Fiel, cuya palabra es
verdad y nunca falla!
Te doy gracias porque ya
estás obrando, porque los
lazos se rompen, las
maldiciones se revienten y
mi vida vuelve a fluir en tu
perfecta voluntad. Confío
en que, aunque el enemigo
se levante con artimañas,
tú tienes la última palabra.
¡Bendito eres, Dios de
justicia, que no abandonas
a los que te buscan con
corazón sincero!
Amèn
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