
Bendiciones para todos, esta es la milagrosa oración de la Santa Muerte para quitar vicios en forma inmediata. Las poblaras d esta oración tienen mucho poder para quitar y remover los peores vicios que tengas encima, sean el tabaco, drogas, juego y mucho mas.
Si quieres empezar a dejar todo eso en el pasado haz esta oración completa como esta aquí y repitela siete días seguidos frente a una veladora. Hazlo así y libérate de todos esos vicios infernales, comencemos.
oracion especial Quita Vicios Fuerte con la Santa Muerte
¡Oh Santísima Muerte,
Señora de la Noche,
Reina del Destino y
Protectora de los
humildes!
Hoy me postro ante tu
sagrada presencia con el
corazón roto y el alma
afligida, clamando tu
misericordia.
Tú, que todo lo ves, que
todo lo sabes, conoces las
cadenas que ahogan mi
espíritu, los vicios que
envenenan mi sangre y
nublan mi razón.
¡No me abandones,
Madre Mía! ¡Santísima
Dama Blanca, Dueña
del Último Suspiro!
Te suplico con lágrimas en
los ojos: arráncame de
las garras de este infierno
que yo mismo he
construido. Los vicios me
consumen, me roban la
paz, me alejan de la luz y
me hunden en la oscuridad.
Pero hoy, con fe
inquebrantable, clamo tu
nombre poderoso para que
me liberes.
¡Rompe estos lazos,
Destructora de Ataduras!
¡Oh Misericordiosa Niña
Blanca, Refugio de los
Desesperados! Tú, que
caminas entre los mundos,
que sostienes la balanza
de la justicia divina, inclina
tu mirada hacia mí.
No permitas que el veneno
de la adicción siga
corrompiendo mi cuerpo y
mi alma. Dame la fuerza
que me falta, la voluntad que
se ha quebrado, la claridad
que se ha perdido. ¡Líbrame,
Madre Santa, como solo
tú puedes hacerlo!
¡Santísima Muerte,
Guardiana del Umbral
Eterno! Tú que recoges
a los cansados, que das
descanso a los agobiados,
escucha mi voz desgarrada.
No quiero seguir siendo
esclavo de estos demonios
que me atormentan. Quiero
renacer, purificarme, caminar
hacia la luz que tanto
anhelo. ¡Extiende tu manto
sobre mí, protégeme de las
tentaciones, cierra las puertas
que me llevan al abismo!
¡Oh Poderosa Dama de la
Noche, Jueza Imparcial!
Te pido con el alma en llamas:
corta los hilos que me amarran
a estos hábitos mortales.
Que tu guadaña sagrada siegue
las raíces de mi adicción,
que tu presencia fría pero
amorosa me envuelva y me
dé la paz que tanto necesito.
No permitas que el vicio me
gane la batalla. ¡Sálvame,
Madre de los Olvidados, antes
de que sea demasiado tarde!
¡Santísima Muerte,
Esperanza de los Perdidos!
En tus manos dejo mi lucha,
mi dolor, mi debilidad.
Fortalece mi espíritu, ilumina
mi camino, ayúdame a
resistir cuando la tentación
golpee a mi puerta. Que cada
día sea un paso hacia la
libertad, hacia la redención.
No me sueltes, Madre Mía,
hasta que sea libre por
completo!
¡Oh Compasiva Catrina,
Consuelo de los Afligidos!
Te prometo, con el corazón
en la mano, luchar cada día,
resistir cada caída, levantarme
cada vez que tropiece. Pero no
me dejes solo en esta guerra,
porque sin ti, nada puedo.
Cubre mi vida con tu sombra
sagrada, para que el mal no
me encuentre, para que la
tentación no me venza.
¡Gloriosa Santísima Muerte,
mi Último Refugio!
Confío en ti, creo en tu
poder, me entrego a tu
sabiduría. Que esta oración
llegue a ti como un grito
de auxilio, como un ruego
desesperado de un hijo que
anhela ser libre.
¡Escúchame, Madre
Piadosa, y no me falles!
Asì sera
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