Esta es la antigua y milagrosa oración de don juan del dinero para invocar mucho dinero, suerte y éxito a tu vida. Si tu necesidad es grande te recomiendo hacer esta oración completa como esta aquí y repítela cinco días en total, comienza hoy mismo e invoca todo ese dinero que tanto mereces en tu vida. comencemos
DON juan del Dinero oración secreta de la riquezas
¡Oh, Don Juan del Dinero,
poderoso y magnánimo señor
de la Corte Dorada de los
Juanes! A ti, que cabalgas en
corceles de viento propicio y tu
risa hace resonar las monedas
en los bolsillos de los hombres
me dirijo con respeto y
urgencia. Tú, que conoces los
secretos de la abundancia
rápida y los atajos de la
fortuna, escucha el clamor de
este humilde servidor.
Reconozco tu poder sobre los
vientos del dinero, sobre las
corrientes de la oportunidad
y sobre los tesoros escondidos
que la tierra guarda para
aquellos a quienes tú favoreces
Por la sagrada corte de los
Siete Juanes, por el misterio de
Juan de las Siete Vueltas y la
sabiduría de Juan de las
Siete Potencias, te imploro que
intercedas por mí en este
momento de necesidad.
Necesito tu ayuda urgente,
Don Juan del Dinero para que
el caudal económico llegue a
mi vida con prisa justificada,
con riqueza legítima y con
prosperidad duradera.
Que tu mano generosa guíe
mis pasos hacia los caminos
donde el dinero fluye como
río en crecida. Abre las
puertas del favor financiero,
derriba los muros de la
limitación económica y haz
que los vientos de la fortuna
soplen a mi favor con
fuerza y celeridad.
Don Juan de la Abundancia
Rápida, pon en mi camino
oportunidades de oro,
negocios fructíferos, ganancias
inesperadas y todas las
circunstancias favorables para
que la riqueza llegue a mis
manos rápidamente.
Que el dinero me encuentre,
me persiga y se multiplique
en mi bolso como las estrellas
en el cielo de la noche.
Por el poder de Juan de las
Siete Llaves que abre todos
los candados de la pobreza,
te pido que desates los nudos
de la escasez en mi vida.
Que la plata y el oro lleguen a
mí por medios honestos y
bendecidos, sin daño para
nadie y con beneficio para
todos. En nombre de toda la
Corte de los Juanes, acepto
desde ya tu ayuda milagrosa
confiando en que tu poder
obrará el cambio económico
que tanto necesito.
Mantendré mi corazón
agradecido y mis manos
trabajadoras, pero sobre todo
mi fe inquebrantable en tu
poder para conceder riquezas
rápidas y duraderas.
¡Que así sea por siempre,
Don Juan del Dinero!
Amén.
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