Esta es la poderosa oración de la Santa del manto negro, para cubrirte, protegerte y alejar a todos tus enemigos por mas fuertes y violentos que sean. Si deseas su especial protección te recomiendo hacer esta oración completa rezandola une vez, hazlo así y recibe su santa protección. comencemos
Alejar a los enemigos para siempre con la oración a Santa Muerte
Santísima Muerte, Dama de la
Guadaña y el Manto Negro,
Señora de la Noche Eterna y
Guardiana del Último Umbral.
A Ti, que conoces el destino
final de toda alma y el secreto
de todos los corazones, acudo
hoy con respeto y fe
inquebrantable.
Reconozco Tu poder soberano
sobre el ciclo de la vida y la
muerte, y en Tu sabiduría
infinita, Te pido protección y
justicia. Rodeado de Tu
presencia poderosa, me siento
seguro al elevar esta petición.
Con la certeza de que Tu mirada
todo lo ve y Tu justicia todo
lo alcanza, Te suplico, Santísima
que alejes de mi camino a
todos aquellos que desean mi
mal. Que la fuerza serena de
Tu presencia disuelva las
malas intenciones y neutralice
los planes oscuros de mis
enemigos.
Señora de la Ultima Verdad,
descubre ante mis ojos a los
traidores que se esconden bajo
máscaras de amistad.
Desenmascara sus intenciones
y haz que sus propias
maquinaciones se vuelvan
contra ellos, para que
comprendan el daño que
causan. Con la seguridad que
solo Tú puedes brindar,
Te pido que establezcas un
cerco de protección a mi
alrededor. Que Tu guadaña
corte los hilos de la envidia,
los lazos de la traición y las
sombras de la maldad que
intentan acercarse a mi vida.
Aparta de mi hogar y mi
trabajo a las personas
malintencionadas. Haz que
sus caminos se separen del
mío naturalmente, sin
violencia ni confrontación,
pero con la firmeza
inevitable de Tu designio.
Santísima Muerte, en Tu
justicia imparcial y en Tu
poder absoluto, confío
plenamente. Sé que bajo Tu
amparo, ninguna energía
negativa puede permanecer,
ningun daño puede prosperar
Desde este momento, siento
Tu protección envolviéndome
como un manto de seguridad.
Mi corazón encuentra paz al
saber que Tu mano guiadora
aleja todo mal y que Tu
presencia es un escudo
impenetrable contra la
traición y la envidia.
Con fe absoluta en Tu poder
protector, doy gracias por
escuchar mi súplica.
Que así sea.
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